los hurtos
Subir al subte B en horario pico es encontrarme con los gordos de campera de cuero en pleno "despliegue laboral". Entran al subte dando codazos, apretujando gente y meten mano en cuanto bolsillo desbocado hay.
Me impresiona ver que todavía hay gente distraída.
Así me hallaba ayer pensando en lo tarada que era una mujer que llevaba la cartera colgando sobre su espalda mientras uno de los gordos introducía su mano en ella y yo la miraba insistentemente hasta que me amenazaron mostrándome una navaja. Me di vuelta para comentarle a mi madre lo ridículo de la situación y la ví leyendo la revista "gente" alegremente con su cartera también colgando de la espalda y otro de los gordos con su brazo metido hasta el codo dentro de ella. Una ola de hartazgo me vino desde el estómago hasta la mano y le di una piña a esa cara enorme que giró sobre sí misma cual exorcista salpicando a toda la muchedumbre con saliva. Mi madre se exaltó preguntando que pasaba justo que el subte llegaba a la estación callao,(lejos de nuestro destino).
"Bajemos má!" le dije tironeándola de un brazo. El gordo agredido se terminaba de acomodar la cabeza en su lugar y hacía una seña a su compañero que se hallaba en la otra punta del vagón cuando cerraron las puertas de golpe y gracias a mi rapidez mamá y yo quedamos afuera y ellos adentro. Nos hicieron todo tipo de señas amenazantes y ridículas desde la ventanilla mientras la formación arrancaba.
Mi madre preguntaba a los gritos qué había pasado y yo revisaba su cartera a ver si le faltaba algo. Por suerte había interrumpido el hurto a tiempo. Corrí hasta encontrar al policía de la estación que tomaba mate en un molinete y le conté lo sucedido.
"No se puede hacer nada" me dijo escupiendo una yerba que lo había atragantado."Si te vuelven a ver ,en la muchedumbre te clavan una navaja bien clavada , bajan del tren y morís en el acto y ellos pasan desapercibidos, te conviene no reaccionar cuando vuelvas a ver algo de eso"
"Pero cómo!!!" le gritó mi madre
"Hay que agarrarlos con la mano dentro de una cartera y si querés salir de testigo hay que ir a testificar a la localidad del "pato" que te queda un poquito lejos viste? y después los sueltan y si te los cruzás sonaste...."
Nos quedamos sin palabras. El policía siguió cebándose mate como si nunca nos hubiera visto.Nos quedamos con una extraña sensación. La conclusión, según él es que hay que observar los hurtos agarrando fuerte tu cartera y callarte la boca.
Al otro día me los encontré en la línea 59, vi a uno de ellos en la puerta de salida y busqué al otro con la mirada. El de la puerta de salida me puso una bolsa tapándome la visión y los dos se bajaron en la parada siguiente. El truco de la bolsa que tapa la visión mientras te sujetás del caño es otro truco.
A la semana siguiente un joven le gritaba a una pobre vieja mientras el ladrón se hacía "el amigo" culpándola y diciéndole que ya ni en los viejos se puede confiar. La pobre mujer acusada y abucheada bajó consternada del colectivo mientras el ladrón charlaba con la víctima acusando con el dedo también.
¿Será siempre así que los ladrones se nos hacen amigos acusando a los más débiles?
Me impresiona ver que todavía hay gente distraída.
Así me hallaba ayer pensando en lo tarada que era una mujer que llevaba la cartera colgando sobre su espalda mientras uno de los gordos introducía su mano en ella y yo la miraba insistentemente hasta que me amenazaron mostrándome una navaja. Me di vuelta para comentarle a mi madre lo ridículo de la situación y la ví leyendo la revista "gente" alegremente con su cartera también colgando de la espalda y otro de los gordos con su brazo metido hasta el codo dentro de ella. Una ola de hartazgo me vino desde el estómago hasta la mano y le di una piña a esa cara enorme que giró sobre sí misma cual exorcista salpicando a toda la muchedumbre con saliva. Mi madre se exaltó preguntando que pasaba justo que el subte llegaba a la estación callao,(lejos de nuestro destino).
"Bajemos má!" le dije tironeándola de un brazo. El gordo agredido se terminaba de acomodar la cabeza en su lugar y hacía una seña a su compañero que se hallaba en la otra punta del vagón cuando cerraron las puertas de golpe y gracias a mi rapidez mamá y yo quedamos afuera y ellos adentro. Nos hicieron todo tipo de señas amenazantes y ridículas desde la ventanilla mientras la formación arrancaba.
Mi madre preguntaba a los gritos qué había pasado y yo revisaba su cartera a ver si le faltaba algo. Por suerte había interrumpido el hurto a tiempo. Corrí hasta encontrar al policía de la estación que tomaba mate en un molinete y le conté lo sucedido.
"No se puede hacer nada" me dijo escupiendo una yerba que lo había atragantado."Si te vuelven a ver ,en la muchedumbre te clavan una navaja bien clavada , bajan del tren y morís en el acto y ellos pasan desapercibidos, te conviene no reaccionar cuando vuelvas a ver algo de eso"
"Pero cómo!!!" le gritó mi madre
"Hay que agarrarlos con la mano dentro de una cartera y si querés salir de testigo hay que ir a testificar a la localidad del "pato" que te queda un poquito lejos viste? y después los sueltan y si te los cruzás sonaste...."
Nos quedamos sin palabras. El policía siguió cebándose mate como si nunca nos hubiera visto.Nos quedamos con una extraña sensación. La conclusión, según él es que hay que observar los hurtos agarrando fuerte tu cartera y callarte la boca.
Al otro día me los encontré en la línea 59, vi a uno de ellos en la puerta de salida y busqué al otro con la mirada. El de la puerta de salida me puso una bolsa tapándome la visión y los dos se bajaron en la parada siguiente. El truco de la bolsa que tapa la visión mientras te sujetás del caño es otro truco.
A la semana siguiente un joven le gritaba a una pobre vieja mientras el ladrón se hacía "el amigo" culpándola y diciéndole que ya ni en los viejos se puede confiar. La pobre mujer acusada y abucheada bajó consternada del colectivo mientras el ladrón charlaba con la víctima acusando con el dedo también.
¿Será siempre así que los ladrones se nos hacen amigos acusando a los más débiles?
Comentarios
NADIE ESTA A SALVO
A TODOS NOS ROBARON UNA O DOS O TRES VECES EN LA VIDA
SALUDOS