ideales

En mi adolescencia amaba el genero masculino.
Pero creo que no los amaba como una niña adolescente si no como un chico gay.
Creo…ya que amaba esa masculinidad que veo reflejada en los hombres que aman a los hombres.
Algo mas tal vez de objeto que de hombre.
Cada forma de sus cuerpos, cada musculo, cada caracteristica fisica.
Para mi el hombre , el genero masculino era “el ser humano perfecto” y la mujer era imperfecta (siempre hablando fisicamente), le sobraban cosas , no era equilibrada, se indisponia…
Yo amaba ese prototipo de “David”.
De hecho he llegado a enamorarme de esculturas de mármol (o imitaciones) con esos musculos perfectos.
Amaba la masculinidad reflejada en la fuerza (para el deporte) , la altura, los hombros anchos y las caderas estrechas, las piernas fuertes, los cuellos anchos, los pies grandes.
A medida que fui creciendo admirada empece a escuchar lo que decian algunos…y fui dejando de amar a prototipos que antes me parecian perfectos.
Claro…cuando hablaban de pronto se me caia el cuerpo y aparecia a veces una especie de imbecil de dos metros.
Ya de grande me olvide de todo, y empece a amar la personalidad masculina, las diferencias con lo femenino me fascinaban.
Esa simplicidad poco complicada con los problemas, ese desenchufe con la tele, ese no darse cuenta de los detalles cuando una se tiñe el pelo , por ejemplo.
Pero luego esa alegria y amor se torno molestia.
Y ahora ya no admiro nada mas que a mis animalitos hermosos que destruyen la casa.
Estoy en una especie de limbo en donde todo quedo detenido un tiempo.
Buscar trabajo para una mina de 40 años no es nada facil. Nadie te toma creen que por la edad vas a querer un sueldo alto supongo.
O ya somos viejas a los 40?
Mande miles de Cv y aquí estoy sentada pensando si hice bien en negarme al fichador.
Todavia no estoy desesperada ya que la paz de mi hogar y la no-precencia de alice son un narcotico. Pero he leido ofertas de trabajos ideales para mi y sin embargo nunca llaman.
Creo que en la adolescencia la vida es un sueño, un futuro prospero, una aventura.
A los 40 huyendo de alice y negandose a fichar la vida es como esos tipos que abren la boca y se les cae la carcaza.