el maratonista...


Mi padre llegò de su recorrida por el mundo y ahora cree que mi madre debe atenderlo.
Acá estamos las dos mirándolo mientras come sin parar y habla y habla sin escuchar ningua intervención.
Yo lo conocí a los dieciocho años. mamá abrió la puerta de ático y había un hombre inmenso de 400 kilos tirado en una cama. Ahí me di cuenta la razón por la cual ese ático estaba prohibido y durante toda mi vida había visto subir y bajar médicos y enfermeras.
Cuando mamá decía que algo no se podía hacer ,yo , simplemente obedecía sin cuestionar y ovidándome del asunto. Así que , para mí, ver enfermeras y médicos subiendo y bajando del ático era cosa de todos los día y no me preguntaba qué estaría pasando.
Mi padre pensaba en comer, nada más. Hace unos años adelgazó y usó todos los ahorros de mi madre para hacerse cirugías reconstructivas juntando toda su piel y cortándola para que no le colgara. Luego de eso abandonó a mi madre para hacerse "maratonista", recorrió el mundo corriendo y ahora que se cansó y necesita quien lo cuide acá está, nuevamente comiendo y mamá lo banca por que no sabe qué otra opción tomar.
Eso es lo que sé de él. Nunca pregunta nada por que no le interesa, la vida de los demás para él es un compendio de anécdotas aburridas supongo, y a veces me pregunto si sabrá que soy su hija...

Comentarios

Anita ha dicho que…
Es muy entretenido leerte y además, siempre queda alguna idea sobre la que reflexionar! Un abrazo.
Anita ha dicho que…
Muy bueno el blog!
Escribir es seducir ha dicho que…
QUE BUEN RELATO A PESAR DE LA TRISTEZA QUE TRAEN APAREJADAS ESTAS PALABRAS.
TAL VEZ EN ALGÚN MOMENTO DESCUBRA QUE SU HIJA ESTÁ AHÍ.

OJALÁ NO SEA TARDE

SALUDOS

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